El torneo en Río Real se llevó a cabo bajo condiciones meteorológicas inmejorables, con un día soleado y una brisa suave que hizo el recorrido aún más agradable. El campo, en un estado impecable, ofreció a los jugadores una prueba desafiante pero justa, con el atractivo de sus vistas al mar y el diseño cuidado de sus hoyos.
Jugando bajo el formato Stableford individual, los golfistas disfrutaron de cada swing, aprovechando las condiciones ideales para el juego. Entre los hoyos 9 y 10, la carpa de avituallamiento fue el lugar perfecto para tomar un respiro y reponer fuerzas. Al concluir la prueba, la zona chill-out permitió a los participantes relajarse y compartir sus mejores jugadas mientras degustaban una bebida fresca.
Río Real reafirma su posición como uno de los campos más destacados del circuito, no solo por la belleza de su recorrido, sino también por la experiencia global que brinda a todos los golfistas que tienen el privilegio de jugar en él.